Las ideas no
fluían, quería pero no podía, no era el día: "El pajarillo dejó de cantar,
ya sólo, volaba solo..." empezó a escribir, pero no veía cómo seguir,
cambiaba de idea, tras una segunda, venía una tercera... irremediablemente le
volvía a la mente...el pajarillo dejó de cantar, ya sólo, volaba solo...se
levantó de la mesa, se puso sus zapatillas deportivas y salió a dar una vuelta.
Dentro de un
parque se encontró con una mariposa, tendió una mano y ésta se posó en ella, él
empezó a hablarle, mientras ella aleteaba intentando mantener el equilibrio, él
le decía que quería escribir pero que no sabía sobre qué cosa, sus alitas de
color rosa y con círculos concéntricos, introspectivos, le dieron una idea,
casi vacía, casi ligera, que "lo que más queremos casi siempre vuela y lo
denostado es lo que más suele estar a nuestro lado"... ella, como si lo
intuyera, se marchó, ¿estaba de acuerdo o no? Suavemente, con ligeros
balanceos, se iba alejando, a él le pareció que giraba su cabecita hacia algún
costado, levantó la mano abierta y, aunque no quería que se fuera, la movió con
el gesto de decir...adiós.
Caminando
por el parque, con la mirada bajada, como si fuese contando sus pasos, quería
pensar en todo, pero no pensaba, quería y no podía, sin darse cuenta se acercaba
a un pequeño estanque, allí había unos patos, ahora su vista se iba sobre la
estela del agua que dejaban al avanzar, las ondulaciones del agua le
recordaban, cuando de pequeño, jugaba con su cometa y la cola de ésta también
se contorneaba, cuando...por entonces, no quería escribir y, sin embargo, su
mente era como un poemario en continuo fluir.
Al levantar
la vista se encontró que la tarde iba anocheciendo, que se estaba cambiando el
atrezo, de con sol a con luz de flexo, de paseos sin prisas a casa a todo
correr para mañana trabajar en la oficina, hora de volver por las calles de la
ciudad, la anonimia típica de sus gentes, del ir y venir como cualidad, de
sentir el paso del tiempo de forma impaciente. Ya no era momento de enjugar el
pensamiento en busca de alguna idea, primera o postrera, qué podría escribir
estando así...a poco, yendo solo, le pareció sentir, en su hombro derecho, el
tacto, el apoyo, de unas ligeras patitas de ave, no quiso girar la cabeza, de
nuevo le vino a la mente...el pajarillo dejó de cantar, ya sólo, volaba
solo...una persona que, con delicadeza, le había puesto dos dedos de su mano,
para empujarle un poquitín y apartarle, le pidió disculpas y le dijo que le
estaba impidiendo el paso...él vio como, según se iba alejando esta persona
levantaba el brazo y, con la mano, parecía decirle...¡adiós!