martes, 16 de julio de 2019

La tarde llegó...tarde


La tarde venía tardía, parecía que se había entretenido  en su camino, se acercaba como cabeceando, moviendo el cuello de un lado a otro, lo mismo que si tuviese dudas, cuestionándose su andadura. El sol, en su recogida, la miraba displicente, pero serio, no quería que eso se hiciese hábito, no le importaba recogerse algo más tarde, pensaba que eso sucedía en todo trabajo, no obstante tenía que hacérselo notar, era puro tema de educación, si a un hijo o hija se le enseña a cumplir, ¿por qué no a ella? a veces los miramientos no son buenos.
¿Y la luna? ¡trinaba! su planteamiento no era otro que, si empezaba a deshora, no se iba a encontrar a gusto, "que si esa nube se desorienta, que si aquella estrella se despista", ¡esto no puede ser! el sol que haga lo que quiera pero, él se va, ya no es su hora, "amigo" es que es la mía, es la noche y, mira, horas extras ninguna, pues lo mismo al viento le da por soplar, al frío por aterrizar, ¡que no! que si no se lo dices tú se lo digo yo, ¡hasta ahí podíamos llegar!
No se sabe si se hizo la paz o hubo un acomodamiento de la luna pero del atardecer, hacía ya un buen rato, se había pasado a la noche, parecía que con la oscuridad los ánimos se habían clareado un poco, solía suceder así, después del enfado solía venir un tiempo de paz, o tal vez de recapacitar, ¿qué se consigue con un enfado? mínimo otro enfado, era la respuesta, y esto ¿a dónde nos lleva? ¡Eso sí, pensaba, mañana se lo digo! el horario es el horario, lo mires por donde lo mires, pase por esta vez pero ¡una y no más Santo Tomás!
La verdad es que si fuese la primera vez, vale...pase, pero ¡cuidado! que ya sucedió en una ocasión ¡y encima se enojó en sus respuestas cuando se le corrigió y, no...de eso nada, faltaría más! vamos, que llega tarde "la tarde" y ¡cállate! pues no, de ninguna manera, al pan, pan y al vino, vino, así es como me educaron a mí.
En el transcurso hacia la eternidad, pasando antes por el siguiente amanecer, en la alcoba principal del firmamento todo era sosiego, como si de pasar lista se tratase, todos afirmarían su presencia, la Vía Láctea, la Osa Mayor y su hermana la pequeña, Marte, Neptuno, Plutón ... y, en este concierto, se veía algún viajante, como era alguna nave espacial del planeta tierra, curioseando por los cielos.

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